Por: Luis Enrique Ayala

La consciencia de sí mismo aplicada al liderazgo
"Primero tienes que aprender las reglas del juego, y después jugar mejor que nadie". Albert Einstein.

Hoy tenemos más claro que nunca que una pregunta de negocios requiere una respuesta humana, los desafíos de salud global con sus consecuencias económicas no eran parte de la planificación del escenario de nadie; fue necesario desarrollar nuevas habilidades de liderazgo enfrentando situaciones que nunca antes habían aparecido sin contar con una hoja de ruta.

Dentro de estas habilidades destaca el liderazgo consciente, aquel que entra en acción rápidamente mientras cuida a sus colaboradores y clientes de una manera más profunda, asumiendo la responsabilidad de su salud física y mental, integrando tanto los aspectos del “ser” como del “hacer” en sus roles y en su persona.

Éste estilo de liderazgo consciente se enfoca en tomar las decisiones sobre cómo mantener a la organización en funcionamiento cuidando de las finanzas y la liquidez, la contratación y los despidos, la seguridad en el lugar de trabajo, la producción, distribución, gestión; equilibrando entre la seguridad de los colaboradores y la continuidad del negocio, la flexibilidad y la contribución.

Abriendo nuevos espacios de comunicación honestos, empaticos, frecuentes y claros, utilizando hechos y datos evitando que la desinformación cause sentimientos que dañen la colaboración, pues “Una vez que abres la puerta a la especulación, el comportamiento irracional y el pánico se instalan”. 

Desarrollando y liderando equipos multifuncionales centrados en diferentes horizontes temporales sin perder de vista la estrategia comercial a largo plazo, creando alianzas con otras organizaciones de su propio sector estableciendo nuevos lazos de colaboración colectiva para desafíos inmediatos y a largo plazo.

El líder consciente tiene muy claro que ha dejado de liderar una función operativa o administrativa y ha pasado a liderar personas; comprende que en esta nueva fase de reactivación/recuperación no solo sirve centrarse en hacer; impostergablemente, requiere reconocer y poner a su servicio, de su equipo y el de la organización la esencia de quién es, cómo se conecta, como se cuida y como motiva a los demás, priorizando al ser humano que reconoce en cada uno de sus clientes y de sus colaboradores. 

Las reglas del juego para un líder consiente consisten en utilizar su capacidad para reconocer y percibir la realidad que lo rodea; para relacionarse con ella, reconocerse dentro de ella y reflexionar sobre ella

Hoy, diferentes líderes reconocen como uno de los principales potenciadores de su liderazgo el “darse cuenta” o awareness; cualidad que todos los seres humanos poseemos y que, conforme ejercitamos, nuestra capacidad de visión y conocimiento personal crece.

Practicando nuestra capacidad de consciencia surge la posibilidad de reflexionar y darnos cuenta, visto como un momento en el cual se descorre el velo que muestra de frente las preguntas complejas con respuestas humanas sobre nosotros mismos, nuestra organización y nuestro entorno, nuestra capacidad creativa y el desarrollo del enorme potencial que reside en cada uno de nosotros y de las personas con las que colaboramos.

A quienes estamos leyendo éste documento se nos ha regalado el precioso don de la vida, sin embargo, no podemos no pasar por el recuerdo de quienes la han perdido durante estos tiempos de cambio, en su honor hoy podemos alegrarnos y valorar que estamos vivos y que en nuestras manos está la posibilidad de crear el estilo de liderazgo que deseamos; este es el primer paso del liderazgo consciente.

En la sabiduría oriental el Samurai depende enteramente de su alerta, de su darse cuenta cen- trado en el presente y en sí mismo; el artista Zen representa solamente aquello en lo cual se ha transformado compenetrándose hasta la identificación con el objeto.

John O. Stevens, en su liibro “El darse cuenta” distingue tres tipos de darse cuenta y ofrece las siguientes prácticas para poner en práctica tu “Darte Cuenta”:

1.- El darse cuenta del mundo exterior. Esto es, contacto sensorial actual con objetos y eventos en el presente: lo que en este momento veo, siento, escucho, degusto o huelo.
2.- El darse cuenta del mundo interior. Esto es, contacto sensorial con eventos internos en el presente: lo que ahora siento desde debajo de mi piel, tensiones musculares y movimientos, manifestaciones físicas de los sentimientos y emociones, sensaciones de molestia, agrado, etc.

Estos dos tipos de darse cuenta engloban todo lo que puedo saber acerca de la realidad presente como yo la interpreto.

3.- El darse cuenta del pensamiento. Esto incluye toda la actividad mental que abarca más allá de lo que transcurre en el presente: todo el explicar, imaginar, adivinar, pensar, planificar, recordar el pasado, anticipar el futuro, etc.

Por ejemplo, si dirijo mi atención a mi cuerpo, en este momento me doy cuenta de la textura del material de las teclas de la computadora portatil, al mismo tiempo que puedo percatarme de la textura de mi pantalon, el brillo de la pantalla y del sonido de cada tecla al ser oprimida por mis dedos, del aroma del árbol de limones que está frente a mi ventana, también del peso de mi cuerpo sobre mis piernas sobre la silla; dirijo mi atención a mi emoción y puedo darme cuenta del entusiasmo que me impulsa por ofrecerte claridad en este tema y la intención de que encuentres valiosa esta reflexión, al mismo tiempo que me doy cuenta que estoy sintiendo sed y que mi cuerpo requiere de un trago de agua del vaso que tengo ahora en mi mesa de trabajo.

Como puedes observar, puedo descubrir más de esta realidad si observo mi mente, al mismo tiempo que tomo conciencia de mis sensaciones físicas, de las percepciones en el cuerpo y de la emoción que me acompaña.

Todo esto está pasando en este momento, involucrando el espacio tiempo, pasado-presente-futuro en un ciclo que no termina, continua y vuelve a empezar de acuerdo a donde lleve mi atención, mi mente seguirá mi atención y mi atención a mi mente apareciendo sensaciones en mi cuerpo y de manera inmediata y en una coherencia dinámica aparecerán emociones que me dispondrán a actuar, pensar o poner mi atención en otra situación. 

 

¿Me dejo llevar solamente reaccionando a donde mi mente quiere ir o elijo llevarla a donde yo la necesito ahora?, ¿es la emoción la que estoy necesitando en este momento o requiero cambiarla para lograr el objetivo que deseo?, ¿mi cuerpo está comodo o está pidiendo de mi atención para satisfacer alguna necesidad primaria o está sintiendo alguna tensión o dolor a la que estoy ignorando?.

¿En donde está mi pensamiento? ¿Me estoy dando cuenta? ¿Reaccionando o tomando el control?

Tanto nuestra idea del futuro como nuestra concepción del pasado se basan en nuestra comprensión del presente. El pasado y el futuro son nuestras interpretaciones acerca de lo que precedió al momento presente y lo que creemos que seguirá. 

Zonas de consciencia o del “Darse Cuenta”

Date ahora un tiempo para prestar atención a tu propio darte cuenta:

1.- Observa tu darte cuenta y advierta hacia dónde va tu mente:
Completa la siguiente frase con aquello de lo cual te estás dando cuenta en ese momento: “Ahora me doy cuenta de………………………………………………………………………………………………….”

2.- Identifica si es una fantasia o un pensamiento real que puedes comprobar con hechos y datos (Mente), una sensación corporal(Cuerpo) o emociónal(Emoción).

3.- ¿Hacia dónde se dirigió tu darte cuenta? califica del 1 al 4 donde el 1 es más bajo: Fantasía……….
Cuerpo…………  Mente…………   Emociones……..

4.- Identifica ¿Hasta qué punto estas ocupado con fantasías, pensamientos o imágenes?… 

5.-Dirije ahora tu darte cuenta al área de menor calificación.

Nota que mientras estés ocupado con un pensamiento o una imagen, tu darte cuenta de la realidad exterior o interior decae o aun desaparece…

¿Distingues entre una fantasía y una situación que puedes comprobar con hechos y datos? Si distingues entre ambas ¿cual sería la que utilizarías para elevar tu nivel de liderazgo?. 

ENFOCAR Y CONCENTRAR

Distingue que tu “darte cuenta” es como un reflector, sea lo que fuere aquello sobre lo cual enfocas tu atención, esto aparece nítido; pero otras cosas y eventos tienden a desaparecer de tu consciencia.

Ahora toma conciencia de lo que oyes, mientras escuchas, date cuenta de que estás casi completamente alejado de lo que sienten tus manos… cuando menciono tus manos, es probable que tu alerta se dirija hacia allá y comenzarás a darte cuenta de las sensaciones en tus manos… Tu capacidad de darte cuenta se mueve muy rápidamente de una cosa a otra, pero tan sólo puede darse cabalmente cuenta de lo que sea que esté en el foco de tu darte cuenta en ese momento.

Date algún tiempo ahora para darte cuenta de qué entra en el foco de tu atención, hay un proceso selectivo que dirige tu atención hacia situaciones personas o cosas que son importantes para ti.

Tóma unos minutos para ser sólo un observador mientras dejas correr tu capacidad de darte cuenta.

Observa qué tipo de imágenes y eventos llegan a tu conciencia espontáneamente, identifica cómo es tu proceso selectivo.

Responde: “Estoy seleccionando (o eligiendo) tomar conciencia de……………………………………………………………………………………………………………………………………”, concluye la frase con lo que te estas dando cuenta en ese momento.

Para lograr la amestría en el Liderazgo Consciente, requiere de tu práctica continua.

En Lisengroup estamos a tus órdenes para apoyarte a elevar y prácticar tu “Liderazgo Consciente”.

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